Carla Pravos

CARLA PRAVOS
El espíritu de Carla
El último segundo de baloncesto de la semana pasada nos trajo una mala noticia, la lesión de Carla en la rodilla, que probablemente, y a expensas de confirmarlo a lo largo de la semana, la tendrá seis meses apartada de las canchas.

Me gustaría resaltar cómo se lo hizo, pues dice mucho de como es ella. Íbamos 3 abajo y quedaban unos 5 segundos para terminar el partido. El balón lo cogió una jugadora rival que se fue directa al aro. La consecuencia era perder de 3 o perder de 5, pero Carla (muy enfadada y con un montón de garra y coraje) decidió que no quería que le metieran más canastas al equipo, y allí que se fue para entorpecer la opción de canasta e intentar poner un tapón. Consiguió lo que pretendía. No entró la pelota. Terminó el partido. Pero al caer, se rompió la rodilla. Seis meses de baja.

Como siempre que nos pasan cosas, nos preguntamos, ¿si no lo hubiera hecho? ¿Si no hubiera corrido al balance? Total, era una canasta, no importaba mucho. ¿se dejó llevar por las emociones?¿no controló la situación?

Pues en mi humilde opinión creo que uno tiene que vivir la vida de manera coherente con lo principios y valores que cree que son importantes para su vida. Creo que es fundamental. Básico. Y si uno muestra interés por conocer a Carla sabrá que lo único que hizo en esos últimos cinco segundos fue ser coherente con su forma de entender el mundo, entenderse ella y entender a los demás. Carla nunca se rinde. Y la lesión, aunque sean 6 meses, será una prueba más que confirme uno de sus principios fundamentales. "En la vida no hay que rendirse nunca ante nada ni nadie".

Podría alguno poner en la balanza las consecuencias o el impacto de su actitud, y tomar la decisión de que mejor hubiera sido que nos metieran esos dos puntos (no eran tan importantes), pero creo que Carla con su balance defensivo no hablaba de eso. Hablaba de principios, de valores y de coherencia. Actitudes coherentes con la forma de ver la vida. Se trata de ser valientes, de mostrarse como uno es sin miedo a equivocarse o a estar condicionado por los comentarios o críticas externas.

Yo me quito el sombrero, pues tan solo tiene 15 años. Ya me gustaría que muchos adultos tuvieran las cosas tan claras como las tiene ella. Ser coherente con tus principios. Y mostrarlo cada día. Y en este caso que nos ocupa, ponerlo de manifiesto en una cancha de baloncesto. ¿Alguien da más?