Llegábamos a Liceo Francés con la intención de competir el partido, algo que sabíamos que estaba en nuestra mano. El primer cuarto fue muy parado por ambos lados, con muchas imprecisiones. Pese a ello, conseguimos irnos igualados al final de los primeros diez minutos (11-11). Pero ahí iba a terminar la fiesta... en el segundo cuarto desaparecimos del partido, principalmente en la faceta defensiva, algo que aprovechó muy bien un equipo como Liceo que se presentó con más madurez para afrontar ese encuentro y que nos endosó 14 puntos de diferencia antes del descanso (37-23).
El equipo se rearmó y volvió a competir el tercer periodo, en la línea que queremos trabajar (13-12). Y, aunque los chicos hicieron un gran esfuerzo en el último nos quedamos en la orilla y, pese a ser un cuarto que perdemos de 5 puntos encajamos demasiadas canastas fáciles que nos impidieron acercarnos en el marcador.
A falta de seis minutos para el final del encuentro conseguimos poner en apuros a nuestro rival, bajando la diferencia a los once puntos pero nunca llegamos a conseguir ponerla por debajo de esa barrera psicológica para que nos pudiésemos creer una posible remontada. Ellos, una vez más, demostraron más madurez y tablas en la pista para poner tierra por medio e irse con una merecida victoria por 20 puntos.
En resumen, la historia de muchos partidos. Competimos cerca de 30 minutos pero eso en baloncesto es insuficiente y hace que te vayas con el 71-51 a casa. Seguimos trabajando.

Al contrario de lo que había sido la dinámica en muchos partidos de la temporada, salimos desde el primer minuto a comernos el partido con una actitud de 10 tanto en defensa como ataque, lo que se tradujo en un buen primer parcial (19-10). Sabíamos que ese nivel de acierto era muy difícil mantenerlo y por eso subimos un punto la intensidad defensiva lo que nos permitió poner más tierra de por medio gracias al parcial de 14-8.
En la segunda parte las cosas iban a cambiar. La defensa en zona que propuso Aranjuez prácticamente durante el segundo tiempo frenó la buena marcha que llevábamos en ambas partes de la pista y supuso que redujesen distancias hasta acariciar la posibilidad de ganar el partido pero supimos tener paciencia y gestionar la ventaja hasta llevarnos la victoria final: la tercera de la temporada y con muy buen sabor de boca.

Siempre nos cuestan los inicios de partido, aunque en esta ocasión tuvimos varios momentos antes del final del primer periodo de no dejar que se marchasen aunque los despistes finales nos llevaron por detrás al segundo cuarto (19-15). En el segundo, las defensas brillaron por su ausencia. Llegamos a tener minutos de estar por encima del marcador pero no supimos estar más intensos atrás y nos marchamos con la misma diferencia al descanso (39-35).
Tras el paso por vestuarios, apagón total. No estuvimos en el tercer cuarto y nos empezaron a entrar las prisas. No supimos frenar a un acertadísimo San Agustín B, que metían todo lo que tiraban. En ataque estuvimos en nuestra línea pero muy flojos atrás.
Pese al trabajo de las últimas semanas para situaciones como estas de partido, en el último cuarto no supimos darle la vuelta. Sí mejoramos a nivel defensivo pero nos costó mucho buscar con garantías la transición al ataque. Pese a ello, podríamos haber defendido mucho más duro: terminamos con 2 faltas el último cuarto.
Nos vamos con una sensación amarga, un partido que podríamos PERFECTAMENTE haber ganado y nos volvemos a Villalba con un resultado muy abultado producto de nuestros fallos y despistes defensivos, ante un San Agustin B que supo minimizar sus errores para quitarnos la que hubiese sido la primera victoria de la segunda fase.

La segunda vuelta no arranca bien para el Cadete C. Parque Sureste se mostró desde el primer momento con intensidad defensiva (únicamente hicimos 8 faltas en todo el partido) y las ideas claras en ataque para imponer su ritmo desde el primer cuarto (7-18).
Nosotros no hemos entrado en ningún momento en partido, concediendo mucho en defensa y sin ningún tipo de orden en ataque. Cuando hemos visto la intensidad del otro equipo, en lugar de crecernos, nos hemos venido abajo y la actitud y falta de ambición han sido las principales causas del peor partido de la temporada. En el segundo cuarto tuvimos una tímida reacción (9-11) insuficiente para recortar distancias.
Tras analizar errores y buscar corregirlos de cara al segundo tiempo, volvió otro mazazo con muchas pérdidas de balón tontas y regalando más posesiones que de costumbre (9-15). Con el partido ya roto y faltos de ideas, el único cuarto que pudimos arañar fue el último (9-5) para un 30-53 que sabe muy poco.
La falta de continuidad de varios jugadores debido a enfermedades y a lesiones nos está pesando y, pese a que no estamos trabajando mal, cada partido es una auténtica lotería.

La losa del partido de ida contra Las Rozas pesó demasiado desde el inicio del calentamiento. Nos sigue costando mucho no llegar con una etiqueta al partido y, en este caso, volvimos a aparecer con la etiqueta en la cara de "partido perdido".
Las Rozas dominó de principio a fin el partido, con defensas alternativas: una presión individual buscando el 2c1 en toda la pista y, también, una defensa en caja y 1 que no supimos leer ni jugar lo que limitó más todavía nuestro ataque. Sabíamos que era el último partido de fase y era importante terminar con buenas sensaciones pero no fue posible.
En el tercer y último cuarto, sin embargo, hubo destellos del nivel defensivo al que queremos poner pero que todavía nos cuesta mucho por actitud y por físico y más todavía ante equipos con jugadores mucho más hechos y con una estructura táctica importante en ambas parcelas de la pista lo que nos produce un cortocircuito total al tener serias dificultades para leer lo que pasa sobre la pista desde los entrenamientos.
¡No pasa nada, seguimos trabajando y remando!

Llegamos al partido contra Parque Sureste B con la intención de competir al máximo, sabiendo que era el único partido que habíamos ganado de la temporada hasta la fecha. Tras una ida muy competida, los ripenses vinieron con la misma intención y el primer cuarto se salvó en parcial favorable para nosotros gracias a un triplazo de Juanma Montoro (13-12).
Conscientes de la importancia de empezar a marcar diferencias, salimos con una marcha más y un parcial 10-0 que alejó a Parque Sureste en el marcador aunque todavía en unas distancias suficientes como para seguir metidos en partido, yendo a vestuarios con un 31-19 en el electrónico que dejaba todo abierto para la segunda parte.
Sin embargo, la salida de vestuarios no nos sentó bien y tuvimos muchas dudas que dieron alas al ataque visitante aunque apretamos un poco más y conseguimos distanciarles más (52-36). Pero el equipo volvió a reaccionar, dando un paso adelante y secando por completo a nuestros rivales, con todos los jugadores de banquillo saliendo y aportando su granito de arena a una victoria que nos deja un muy buen sabor de boca y que alarga las buenas sensaciones de la segunda mitad del último partido. ¡Enhorabuena a todos!

Pese a que estamos teniendo un año muy irregular, el partido de vuelta contra Majadahonda ha sido el primero en el que el equipo ha reaccionado y ha mostrado una cara diferente. En la primera parte, fuimos capaces de generar muchas ventajas en ataque desde el 1x1, pero por más que lo intentamos la falta absoluta de acierto hizo que, pese a la buena defensa, nos fuésemos al descanso con una sensación muy amarga (4-19).
El tercer cuarto cambió la película y despertamos en ataque, siendo el único cuarto que fuimos capaces de ganar (13-11) y empezando a mostrar, por fin, aspectos tácticos que venimos trabajando en los entrenamientos y que habíamos sido, hasta este partido, incapaces de plasmar. La falta de acierto en el triple pese a tener buenas opciones de tiro hizo que no pudiésemos recortar más la distancia.
Sin embargo, en el último cuarto nos atascamos y el lastre que traíamos de la primera parte (y las piernas), pesaron tras la vuelta de vacaciones.

Pese a que es un mal resultado, en la segunda parte se empezó a ver un equipo cadete, con garra y que empieza a jugar al baloncesto sobre la pista con una mejor toma de decisiones y buscando al compañero mejor colocado. Estamos en el camino pero todavía muy lejos de la meta.

Tras una buena semana de trabajo en los entrenamientos, no se reflejó esto mismo en la pista. Entramos al partido de Soto acordándonos del partido de ida en el que nos sacaron de la cancha y no pudimos más que competir un cuarto, lo mismo que ha ocurrido en el partido de vuelta.
Tras un primer cuarto para olvidar (28-8), en el segundo cuarto fue el único en el que el equipo estuvo metido en el partido y compitiendo a uno de los rivales más fuertes de al categoría (15-10), tanto en la faceta defensiva como aguantando su empuje ofensivo pese a muchos fallos de canastas fáciles, un aspecto a mejorar y trabajar principalmente en la parte de concentración.
A la vuelta de vestuarios, Soto aprendió la lección de los segundos diez minutos y salió en tromba como hizo en el primer cuarto (23-7). En el último cuarto, bajamos los brazos y repetimos los mismos fallos de todo el partido pero con un número mayor de canastas fáciles falladas, así como tiros libres (0/9) lo que hizo que nos quedásemos en una anotación que está muy por debajo de las posibilidades de este equipo.
Es un momento perfecto para el punto de inflexión del equipo, que se ha dado cuenta de lo que supone el salto a Cadete y todos los jugadores saben cuáles son los puntos de mejora para crecer como equipo. ¡VAMOS VILLALBA!

Recibíamos a Valdeluz en el primer partido de la segunda vuelta, un rival ante el que competimos solo durante una parte del partido de ida...al igual que pasó en la vuelta. Un equipo de segundo año que físicamente nos puso en problemas y que es uno de los equipos más duros del grupo.

El primer impulso fue favorable para nuestros chicos. A partir del 5-4, se nos apagó la bombilla y las pérdidas de balón junto con nuestra falta de olfato para conseguir puntos fáciles nos llevó 11-23 al final del primer cuarto. Aunque la dinámica continuó en el segundo cuarto, se pudo ver una reacción que supuso la victoria en el segundo parcial y que nos acercaba tímidamente en el marcador.

La vuelta de vestuarios trajo consigo un nuevo parcial de Valdeluz al que ya no pudimos reaccionar y que hizo que la diferencia fuese creciendo a medida que se acercaba el final del partido. Las prestaciones en ataque en el último cuarto estuvieron un poco por encima, pero seguimos siendo un equipo muy blando en defensa: necesitamos estar los 40 minutos concentrados y metidos en defensa para que, desde atrás, podamos crecer.

Dispuestos a corregir los errores del partido anterior, intentamos limitar el bote y jugar al pase y corte ante un equipo también más alto que el nuestro. Aunque disputamos el primer cuarto con muchas ganas y con más orden, volvimos a sufrir una falta de acierto horripilante que hace que terminemos el cuarto 17-2. En ese momento nos dimos cuenta de que debíamos intentar remontar el partido a base de defensa e intentos de penetración al aro. Jugamos muy decente segundo cuarto: 12-9.
En el tercer cuarto, además, nos lo creímos un poco y fuimos capaces de ganar el cuarto gracias a un gran partido de nuestro capitán Yago Asegurado y de nuestros tiradores que a pesar de fallar no bajaron los brazos. Espectacular defensa de nuestros hombres altos: Marco, Fernando, Lucas y Ruben Gardón. En la locura del último cuarto, nuestros jugadores aunque sin bajar los brazos y la intensidad, perdieron el pico de concentración necesaria para disputar el último cuarto, demasiado pendientes del árbitro. Perdimos el último cuarto 17-8, derrota 55-29 que nos hace mejorar del día anterior y nos quedamos con sabor agridulce para competir con ellos en la vuelta.

Comenzamos el partido con demasiado respeto a un rival de segundo año. Su juego colectivo, nuestra falta de acierto y las pérdidas de balón en juego individual marcaron el primer cuarto con un 4-20. Cuando vamos perdiendo nuestro equipo jamás bajó los brazos, pero quizás esa tensión por ir debajo del marcador nos hizo precipitarnos de más y cometer aún más pérdidas e irnos al descanso con un 46-11.
En el tercer cuarto decidimos cambiar el planteamiento desde la defensa, y conseguimos frenarles pero seguimos teniendo problemas de acierto, cerramos un tercer cuarto con un parcial de 2-10. En el último cuarto, intentamos ganar el cuarto dejándonos todo, al menos es el cuarto en el que más metemos , pero Las Rozas mantuvo su constante todo el partido y acabo el encuentro 21-73. Dura derrota de la cual esperemos hacer un mejor papel en la vuelta.

El madrugón y el frío no impidió que empezásemos muy serios y concentrados en defender desde las primeras situaciones de juego, además de correr el contraataque para marcar nuestro ritmo con un parcial de 2-8. Después de poco acierto en el primer cuarto y malas defensas aguantamos después de los diez primeros minutos por encima del marcador (8-10).

Nuestro crecimiento se va midiendo en la capacidad que tenemos de sufrir, algo demostrado en un segundo cuarto en el que Parque Sureste nos puso en muchos problemas lo que permitió que, a través del esfuerzo y mantener la cabeza fría, nos fuésemos al descanso por encima demostrando que queríamos la primera victoria de la temporada (16-19), aunque nos sigue costando mucho generar canastas fáciles y tiros libres que nos permitan conseguir marcadores mayores.

Conscientes de la importancia de los terceros cuartos y la salida de vestuarios, arrancamos con fuerza para mantener el ritmo y ponernos siete arriba a falta de cuatro minutos para acaba el cuarto. Pese a haber tenido oportunidades para alargar la ventaja, llegamos a los últimos diez minutos con Parque Sureste cerca en el marcador pero no dejando que le diesen la vuelta al marcador (25-30).

En el último cuarto se terminó de teñir de verde el partido, juntando en la pista todas nuestras virtudes y teniendo, al igual que en otros momentos, la oportunidad de superar la barrera psicológica de los diez puntos de diferencia. Decididos a correr y en un cuarto duro de defensas en toda la pista, nos vamos de vuelta a Villalba con la primera victoria de la temporada. Victoria de trabajo, tanto de Nacho (entrenador ayudante) y Pablo (preparador físico) estas semanas, como de los jugadores.

El equipo crece cada semana y la victoria en Rivas es una prueba más, siendo un equipo que está cada vez más acoplado y que los 13 jugadores reman a una. No en vano, 9 de los 12 jugadores aportaron en la faceta anotadora pero los 12 convocados aportaron su granito de arena para una victoria colectiva. Disfrutemos del camino y sigamos trabajando para mejorar como estamos haciendo.

Piratas Soto fue mejor de principio a fin, aunque hubo momentos en los que el partido se tiñó de verde, aunque en tramos muy puntuales. Pese al 8-31 del primer cuarto, tuvimos buenos minutos al inicio que forzaron el tiempo muerto visitante. Tras él, la diferencia física y nuestra falta de intensidad en la defensa de líneas de pase y el rebote hicieron que la distancia se antojara insalvable desde el final del primer periodo.
En el segundo, sacamos el carácter y pusimos sobre la pista gran parte de lo trabajado desde el primer día de pretemporada, con todos los jugadores que pisaron la pista muy metidos en el partido. Frenamos la sangría anotadora con un buen parcial 13-14.
Tras la salida de vestuarios, no supimos mantener la línea del segundo cuarto y cada equipo jugó a su ritmo, aunque nos contagiamos mucho del ritmo que marcó Piratas Soto y no terminamos de encontrar nuestras señas de identidad en toda la segunda parte salvo momentos muy puntuales que hacían imposible reducir ventajas. Todavía debemos adaptarnos al juego físico de cadete, seguir aprendiendo de ello para no regalar tiros libres al resto de equipos (11 a 22 desde la línea de personal).
Conclusión del partido: debemos sacar lo mejor que hacemos para seguir trabajando en esa línea. Pese al resultado, se nota la tendencia de mejora de un equipo en el que todo el que sale a pista aporta, algo muy complicado y de lo que debemos estar muy orgullosos.

Dura derrota de inicio de temporada para el equipo, en su mayoría todavía en adaptación a la categoría cadete. Una segunda parte floja en defensa dejó sin opciones al Cadete C de competir el partido.
El inicio de partido fue un intercambio de golpes en el que los equipos fueron mostrando sus armas. En el segundo cuarto, la intensidad defensiva hizo que la desventaja desapareciera aunque un par de minutos de despiste nos costaron irnos 5 abajo a vestuarios.
La segunda parte no tuvo color. Un mal inicio de tercer cuarto a nivel defensivo y muchos nervios y prisa en ataque hicieron que Valdeluz se despegara en el marcador, mereciendo la victoria en todo momento.
En el último cuarto seguimos con la misma dinámica hasta que nos olvidamos del marcador y conseguimos que la diferencia no siguiese creciendo.
Es muy pronto todavía para sacar conclusiones, falta mucho trabajo por delante y todo el equipo ha demostrado que si reman juntos seremos un rival muy difícil para el resto de equipos.
Nos vamos con una sensación agridulce de que podemos competir mucho mejor, como en la primera parte, pero no hemos conseguido que sea así los 40 minutos. ¡Vamos Villalba!