Comenzamos una temporada atípica con nuestras peques del club pero con muchísima ilusión de aprender y que cada día les empiece a gustar más y más el basket.

No hemos podido trabajar todo lo que nos gustaría hasta ahora pero estamos asentado muy buenas bases que cada semana vamos aplicando mejor y ahora nos toca ponerlas en practica cada sábado.

Nuestro primer rival fue un hueso duro de roer, Torrelodones. Un equipazo que nos apretó mucho durante todo el partido pero que nos enseñó lo que tiene que ser jugar en equipo.

Y como no que decir que pudimos anotar una canasta y así romper esa barrera inicial que siempre cuesta. A partir de ahora seguro que poco a poco vamos consiguiendo muchas más.

Vamos chicas que estamos super orgullosos de vosotras tanto Alba, como Helena y yo. ¡Vamos equipo!